Justificación del uso de la musicoterapia en daño cerebral
La música es un medio
de comunicación humana, en todas las culturas se utiliza y desarrolla la
música. Para las personas con dificultades en la comunicación es un medio para
expresarse, más allá de las palabras. Por otro lado se utiliza y es apropiada
como medio terapéutico de distintas formas, influyendo sobre diferentes
aspectos de las personas:
Físicamente:
Escuchar música, en muchas ocasiones, implica a nuestro aparato motor, por otro
lado podemos sentir la música además de oírla, a través de las vibraciones que
produce. Además la música puede influir sobre las funciones corporales
(respiración, ritmo cardiaco,…).
En este aspecto es interesante el uso
de la música como terapia por que puede facilitar el desarrollo de la
psicomotricidad fina y gruesa, ayudar al control de la marcha (Sacks, 2009), facilitar
la coordinación, ayudar a contactar con nuestro propio cuerpo y centrarnos en
las sensaciones que produce, etc.
Mentalmente:
la música es un medio de comunicación no verbal, puede predisponer o apoyar
ciertas tareas y mejorar el desarrollo de las capacidades mentales de las
personas. El ejercicio de la música podría favorecer la atención,
concentración, memorización, percepción del tiempo y el espacio, la
sensibilidad en la observación de diferencias (tono, altura, volumen,…), la
formación de hábitos y superación personal a través de los ensayos, el autoestima, etc. Todo ello interesante
para la población con daño cerebral.
Socialmente:
En terapia la música puede facilitar que se cohesione el grupo de pacientes,
apoyar el aprendizaje de diferentes roles, estimular al paciente para mejorar
su socialización dentro de su entorno, favorecer la integración social al tocar
o cantar acompañado y fomentar el trabajo cooperativo. En pacientes con daño
cerebral sería interesante utilizar esta capacidad de la música en la fase de
reintegración a la sociedad una vez terminada la rehabilitación.
Emocionalmente:
La música nos afecta emocionalmente a la gran mayoría de las personas. En
terapia la música podría facilitar la expresión emocional y activar las
emociones que las personas tienen bloqueadas; facilitar la comunicación a
personas con escaso o inexistente lenguaje verbal, o aquellas que no pueden
expresarse con palabras aunque su lenguaje sea “normal”. En los pacientes con
daño cerebral la música supondrá una vía de expresión alternativa al habla.
La música es una fuente de placer y a
través de ella somos capaces de expresar nuestras emociones, quizá de forma más
intuitiva y sencilla que con palabras.
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