miércoles, 20 de noviembre de 2013

Robert Zatorre: Música y cerebro

Extraido de: http://www.agenciasinc.es/Entrevistas/Todo-el-cerebro-esta-dedicado-a-la-musica

Robert Zatorre: música y cerebro

¿Por qué hacemos música?
No tenemos la respuesta. Pero junto con el lenguaje, es una seña de identidad de todo ser humano.

¿Y es exclusiva de los seres humanos?
Totalmente. Hay algunos especialistas que hablan de música para referirse al canto de los pájaros, pero yo creo que no es lo mismo. La canción de las aves tiene como función la defensa del territorio y, que yo sepa, nadie se pone música en su casa con el objetivo de ahuyentar al vecino. Además, desde un punto de vista neurológico, el cerebro de los pájaros y el de los mamíferos no tiene nada que ver. Ni siquiera el cerebro de animales más cercanos a nosotros, como el chimpancé, tiene ninguna función musical.

¿Qué funciones tiene?
Muchas y muy valiosas. Para empezar es universal. No existe ni ha existido cultura humana que no tenga música. Pensemos en bodas, fiestas, entierros… Es impensable que exista un rito social o un momento importante en la vida sin música. Su función principal es la de cohesión social ya que a través de ella el grupo se siente unido en un acto o en un estado de ánimo, como pasa con los himnos nacionales y de fútbol. Otra función no menos importante es la del vínculo emotivo que crea entre la madre y el hijo. La música modula el estado de ánimo de un bebé ya que este responde muy temprano a ritmos y armonías.

¿Así como el lenguaje tiene áreas especializadas en el cerebro, la música también?
No me gusta hablar de zonas especializadas porque creo que todo el cerebro está dedicado a la música. Pero sí hay algunas. Por ejemplo, con técnicas de neuroimagen hemos observado neuronas en la corteza auditiva que responden a la altura tonal. Los pacientes con lesiones en esta región tienen ‘amusia’, se dan cuenta del volumen y la duración de una nota, pero no del tono. No reconocen las canciones y no saben por qué a la gente le gusta tanto la música.
“La mente predice la nota que viene y evalúa si es la esperada, entonces hay dos ‘disparos’ de dopamina, la molécula del placer: el primero, durante la tensión de un acorde, y el segundo en su resolución”

¿Alguna región ‘musical’ más?
En paralelo con la zona de Broca, relacionada con el lenguaje, existe una región frontal que es muy importante para unir los sonidos en el tiempo. Para entender una canción es necesario un circuito que establezca relaciones entre las distintas notas. El cerebro trabaja con la música igual que con el lenguaje. Los sonidos individuales no representan nada, pero sí la relación entre ellos: las notas forman acordes, que forman melodías, que forman temas…

En lenguaje tenemos estructuras comunes en todos los idiomas. ¿Pasa lo mismo en la música?
Existe la sintaxis musical. En lenguaje hablamos de probabilidades en el sentido de que uno puede predecir de antemano cuál va a ser la siguiente palabra de una serie. Por ejemplo, si yo digo “Tengo mucha sed y me gustaría una copa de…”, existen varias opciones para completar la frase, pero la palabra “perro” no está entre ellas. En música pasa lo mismo. Si yo toco cuatro acordes, el quinto no puede ser cualquiera. Depende del que yo elija, tú me dirás sin dudar: “Te has equivocado”. Esto sucede en todas las culturas, pero es específico de cada una de ellas, ya que la sintaxis es particular de cada sistema musical.

En su último estudio usted afirma que cuando escuchamos música estamos continuamente creando expectativas. Y que si estas se materializan, nos produce placer.
La investigación de mi grupo se centra en las emociones musicales. Nuestra mente está continuamente haciendo predicciones de la nota que viene y evaluando si se corresponde o no a lo esperado. Hemos descubierto que estas dos fases se relacionan con dos ‘disparos’ de dopamina, la molécula del placer, en distintas zonas del cerebro. El primero sucede durante la tensión de un acorde, y el segundo en su resolución, que es cuando llega el placer.

¿Además de provocar placer, la música tiene alguna aplicación como terapia?
Sí y además hay mucho interés en este tema. Por ejemplo en pacientes con afasia, que tienen problemas para hablar a causa de una lesión cerebral. Se ha demostrado que cantando les salen las palabras que no les salen hablando. También se aplica a enfermos de Parkinson, a quienes les cuesta mucho empezar y continuar una acción, como por ejemplo caminar. Una estrategia muy fácil para ayudarlos es ponerles música con mucho ritmo y esto les facilita enormemente el movimiento.

¿Y a qué es debida esta mejora?
El sistema motor y el auditivo tienen una conexión muy particular, por eso el baile va de la mano de la música en todas las culturas. También los soldados marchan con más facilidad siguiendo un ritmo. Esta conexión no existe entre el sistema motor y la visión. Si miras el péndulo de un reloj no te pones a moverte de lado a lado sin querer, pero cuando escuchas música tu cuerpo reacciona de manera inevitable.

¿La conexión entre el sistema motor y el auditivo es la responsable de que podamos tocar instrumentos?
Los dos sistemas han de estar finamente sintonizados para poder hacerlo. Lo maravilloso es que para llegar a este nivel se producen cambios tanto en la función como en la anatomía del cerebro: se crean nuevas conexiones neuronales. Esta habilidad del sistema nervioso de cambiar su estructura según las necesidades la llamamos plasticidad cerebral. Ya lo predijo Ramón y Cajal en 1908 sin ninguna prueba, pero ahora lo podemos medir y observar sin cortarle la cabeza a nadie. Sabemos que un músico tiene ciertas regiones del cerebro más desarrolladas de lo normal.

¿Es cierto que los ciegos oyen mejor?
Algunos sí que tienen las funciones musicales y de percepción del sonido en el espacio más desarrolladas. Es un ejemplo increíble de plasticidad porque en estos individuos hay una reorganización cerebral masiva y la región dedicada a la vista se dedica a procesar el sonido. Esta región visual que no recibe ningún estímulo, en vez de atrofiarse o morir, se reaprovecha para nuevas funciones.

¿Esto puede tener repercusión terapéutica?
Ahora estamos estudiando cómo, dónde y por qué ocurre esto. Si podemos comprenderlo en los ciegos, tal vez lo podamos aplicar a pacientes con otros trastornos neurológicos. Quizás en 10 ó 20 años podamos reentrenar regiones averiadas y hacer que retomen su función.

martes, 17 de septiembre de 2013

La música y los niños

Razones por las que los niños deberían aprender música 
como puede la música ayudar al desarrollo desde la infancia.

Influencia de la música sobre el lenguaje como el aprendizaje de música puede ayudar al desarrollo del lenguaje en los niños.

La importancia de estudiar arte 




El cerebro de los músicos

Como trabaja el cerebro de los músicos, neurociencia enlace a vídeo

Sanando el corazon a través d ela música, artículo de prensa: 

Entrevistas a Musicoterapeutas

Enlace a la entrevista de Patricia Zárate, promueve la musicoterapia en Sudamérica

http://www.musicoterapiaonline.com/2013/09/entrevista-a-patricia-zarate-estoy-convencida-que-la-musicoterapia-puede-cambiar-el-mundo/

Enlace al vídeo de la entrevista a María Peralta, musicoterapeuta en Navarra

http://musicoterapiamap.wordpress.com/2013/08/07/entrevista-a-maria-peralta-en-navarra-television/

martes, 3 de septiembre de 2013

Musicoterapia y Daño Cerebral II: Revisión Bibliográfica

Revisión Bibliográfica: Musicoterapia y daño cerebral

Tras realizar una revisión de artículos que hablasen sobre el trabajo de musicoterapia en pacientes con daño cerebral, he encontrado que los autores más relevantes en este campo son: W. Magee, M. Thaut y D. Aldridge.
Se puede dividir el trabajo en daño cerebral en dos líneas, una línea que utiliza la música con técnicas específicas para fines muy concretos como la entonación, la marcha, etc. y en mi opinión parece más ligada a la neurología, y otra más abierta
En la línea más concreta, según Bradt et al. (2010) la estimulación auditiva rítmica es beneficiosa para trabajar sobre la marcha de estos pacientes (velocidad, cadencia, simetría,…) y la terapia de entonación melódica se recomienda para paciente que no tienen una forma significativa de expresión pero entienden el lenguaje (Redorbit, 2008) ya que el lado izquierdo del cerebro es responsable del habla y el derecho procesa melodía, y podrían no ser capaces de hablar pero si cantar (WebMD video). Otro tipo de trabajo en esta área incluye: la terapia de entonación vocal, los ejercicios orales y respiratorios, el entrenamiento musical de memoria, el entrenamiento de orientación musical sensorial, el entrenamiento del control atencional musical, etc.
Por otro lado en la línea más abierta, existen diferentes investigaciones que avalan el uso de la musicoterapia con estos pacientes:
En relación con la evaluación Magee (2007) llegó la conclusión de que la evaluación a través de la músicoterapia ofrece la oportunidad de observar al paciente respondiendo de una forma más espontánea, ofreciendo oportunidad de rehabilitación de funciones en un medio más creativo.
En el trabajo con pacientes con bajo nivel de alerta, Magee (2007) encuentra que la musicoterapia ofrece una planificada estimulación sensorial que involucra la manipulación de componentes auditivos y es una herramienta clínica útil en la estimulación de comportamientos, y respuestas psicológicas y expresivas. Además pese a la dificultad que supone el trabajo con estos pacientes, Magee (2005) nos ofrece la idea de que el trabajo con música en vivo produce respuestas fisiológicas como cambios en la respiración y el ritmo cardíaco, por ejemplo a través del canto no verbal a los pacientes siguiendo su ritmo respiratorio.
En relación al lenguaje, según Magee  2005 y 2007) la música es independiente de este, por lo que es una útil herramienta con individuos sin posibilidad de comunicación verbal, por ello se usa como tratamiento efectivo con personas con problemas comunicativos después del daño cerebral, normalmente utilizando el canto y técnicas vocales para facilitar respuestas automáticas y técnicas de estimulación para modificar el ritmo del habla (Magee et al., 2006)
Según Magee (2005) la musicoterapia es un medio de tratamiento efectivo para pacientes en estado de baja conciencia que pueden tener comprometido el habla y experimentan grandes emociones por su situación, por que: la música es innata al ser humano, motiva y ofrece estructura a la que pueden responder, suscita respuestas emocionales y ayuda a la neuroplasticidad creando conexiones entre zonas sanas y dañadas.
En relación a los déficits motores, según Thaut & McIntosh (2010) y Moore (2006) el ritmo y la sincronización de la música ayuda a recuperar el control motor, dando un estimulo externo con el que sincronizarse. Por otro lado el ritmo, la música activa varias áreas cerebrales de ambos hemisferios, por lo que puede utilizarse para reconstruir conexiones en el cerebro (Gross, 2010) y crear recursos flexibles para reaprender funciones (Thaut & McIntosh, 2010).
En cuanto a los déficits cognitivos, por un lado la música activa la atención (Thaut & McIntosh, 2010),  ayuda a mantener el foco atencional por un extenso periodo de tiempo (Moore, 2006), ayuda a controlar los impulsos (Moore, 2010) y mejora las herramientas de interacción social y la participación de los pacientes en otras terapias (Magee, 2005). Además crear música requiere el uso de funciones cognitivas como planear, tomar decisiones, organizar, establecer objetivos y adaptar comportamientos (Moore, 2006) lo que sirve de entrenamiento para otras esferas de la vida.
Con respecto a lo emocional, la musicoterapia reduce comportamientos ansiosos, depresivos y la agitación y promueve comportamientos positivos (Hitchen et al., 2010; Magee,2005; Magee et al., 2006) es no invasiva y motivadora (Moore, 2006); por otro lado nos hace experimentar involuntariamente variedad de respuestas psicológicas, nos hace sentir y estimula respuestas emocionales (Magee, 2005); y según Moore (2006 y 2010) puede conectarnos con momentos, lugares o personas familiares activando nuestra memoria.
En relación a lo social, enfatiza el contacto personal y la valía de los pacientes como creadores, tiene un rol significativo que jugar en la esperanza, que envuelve sentimientos y requiere acción (Aldridge, 1995), del mismo modo según Magee et al. (2006) es una intervención eficaz en el tratamiento de la autoimagen, la autoestima y la calidad de vida de los pacientes neurológicos y para Aldridge (1995) ofrece la oportunidad de intimar por medio de una relación creativa, igualitaria y en la que no se juzga.
En relación a la selección de pacientes, según Magee (2007) la habilidad musical no es un prerrequisito en musicoterapia, pero se debería dar prioridad a aquellos que antes del accidente eran músico, ya que es un medio  personalmente significativo para ellos que puede motivar y engancharles a la terapia.
En cuanto a las técnicas de musicoterapia según Baker et al. (2005) el song writing es una herramienta que supone una exploración a través de los sentimientos y pensamientos, y ofrece oportunidad de expresar emociones, sacar a fuera sus sentimientos, ganar apoyo y enviar mensajes a personas significativas en sus vidas. Centrándonos en los pacientes con daño cerebral, los temas tratados mayoritariamente en el song writing son: autorreflexiones sobre roles familiares, amistad, sentimientos como desolación, falta de libertad, frustración; otros temas son: mensajes a personas significativas, recuerdos pasados, pensamientos sobre el futuro, y espiritualidad.

Musicoterapia y daño cerebral I


  Justificación del uso de la musicoterapia en daño cerebral

La música es un medio de comunicación humana, en todas las culturas se utiliza y desarrolla la música. Para las personas con dificultades en la comunicación es un medio para expresarse, más allá de las palabras. Por otro lado se utiliza y es apropiada como medio terapéutico de distintas formas, influyendo sobre diferentes aspectos de las personas:
Físicamente: Escuchar música, en muchas ocasiones, implica a nuestro aparato motor, por otro lado podemos sentir la música además de oírla, a través de las vibraciones que produce. Además la música puede influir sobre las funciones corporales (respiración, ritmo cardiaco,…).
En este aspecto es interesante el uso de la música como terapia por que puede facilitar el desarrollo de la psicomotricidad fina y gruesa, ayudar al control de la marcha (Sacks, 2009), facilitar la coordinación, ayudar a contactar con nuestro propio cuerpo y centrarnos en las sensaciones que produce, etc.
Mentalmente: la música es un medio de comunicación no verbal, puede predisponer o apoyar ciertas tareas y mejorar el desarrollo de las capacidades mentales de las personas. El ejercicio de la música podría favorecer la atención, concentración, memorización, percepción del tiempo y el espacio, la sensibilidad en la observación de diferencias (tono, altura, volumen,…), la formación de hábitos y superación personal a través de los ensayos,  el autoestima, etc. Todo ello interesante para la población con daño cerebral.
Socialmente: En terapia la música puede facilitar que se cohesione el grupo de pacientes, apoyar el aprendizaje de diferentes roles, estimular al paciente para mejorar su socialización dentro de su entorno, favorecer la integración social al tocar o cantar acompañado y fomentar el trabajo cooperativo. En pacientes con daño cerebral sería interesante utilizar esta capacidad de la música en la fase de reintegración a la sociedad una vez terminada la rehabilitación.
Emocionalmente: La música nos afecta emocionalmente a la gran mayoría de las personas. En terapia la música podría facilitar la expresión emocional y activar las emociones que las personas tienen bloqueadas; facilitar la comunicación a personas con escaso o inexistente lenguaje verbal, o aquellas que no pueden expresarse con palabras aunque su lenguaje sea “normal”. En los pacientes con daño cerebral la música supondrá una vía de expresión alternativa al habla.
La música es una fuente de placer y a través de ella somos capaces de expresar nuestras emociones, quizá de forma más intuitiva y sencilla que con palabras.


Investigación sobre Musicoterapia y Trastornos del Espectro Autista (Gold C, Wigram T, Elefant C)

Musicoterapia para el trastorno de espectro autista
Gold C, Wigram T, Elefant C

21 de febrero de 2006

Musicoterapia para personas con trastornos de espectro autista

Las personas con trastornos de espectro autista (TEA) tienen dificultades en la comunicación, la conducta y la interacción social. La musicoterapia emplea la música y sus elementos para permitir a las personas comunicarse y expresar sus sentimientos. De esta manera, la musicoterapia aborda algunos de los problemas centrales de las personas con TEA. El objetivo de esta revisión fue evaluar la evidencia acerca de la efectividad de la musicoterapia para las personas con TEA.

Se incluyeron tres estudios pequeños que evaluaron el efecto a corto plazo de intervenciones breves de musicoterapia paras los niños autistas. La musicoterapia fue superior a la terapia de "placebo" en cuanto a las habilidades comunicativas verbales y gestuales, pero fue incierto si hubo algún efecto sobre los resultados conductuales. Los estudios incluidos fueron alentadores, pero de limitada aplicación a la práctica clínica. Se requiere de más investigación con un mejor diseño y muestras más grandes, en contextos clínicos más característicos, para reforzar la aplicabilidad clínica de los resultados y evaluar cuán duraderos son los efectos de la musicoterapia. Cuando se trasladan los resultados de esta revisión a la práctica, es importante señalar que la aplicación de la musicoterapia requiere el entrenamiento especializado académico y clínico.

Enlace: http://www.update-software.com/BCP/BCPGetDocument.asp?DocumentID=CD004381

martes, 30 de julio de 2013

Enlaces de Musicoterapia

Información y noticias sobre musicoterapia
http://www.lamusicoterapia.com./

Investigación sobre musicoterapia y trastorno del espectro autista
http://www.update-software.com/BCP/BCPGetDocument.asp?DocumentID=CD004381

Tratamientos con musicoterapia
http://www.blogdefarmacia.com/tratamientos-con-musicoterapia/

Los bebés comprenden la música
http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/redes/redes-bebes-comprenden-musica/1778647/?media=tve

La musicoterapia en hospitales
http://www.portafolio.co/portafolio-plus/la-musicoterapia-sanar-clave-sol

La musicoterapia y el parkinson
http://cuidadoalzheimer.com/avances/la-musicoterapia-como-estimulacion-sensorial-para-personas-con-parkinson/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+Alzheimer_Parkinson+%28Blogs+Obra+Social+-+Alzheimer+y+Parkinson%29&utm_content=FaceBook

Análisis de distintos artículos que trabajan con musicoterapia en pacientes con demencia
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0211139X13000632 


jueves, 25 de julio de 2013

¿Cómo son las sesiones de musicoterapia?


Para que se considere terapia las sesiones tienen que tener objetivos terapéuticos, ser desarrolladas por un musicoterapeuta y debe establecerse una relación terapéutica entre paciente y terapeuta.

En cuanto a la estructura de la terapia, contará con una fase de valoración de la persona; una fase de desarrollo en la que se trabajan los objetivos y se va revisando la evolución del paciente; y cierre de la terapia, cuando el paciente lo decida, cuando se hayan alcanzado los objetivos, o cuando no nos veamos capaces de seguir ayudando a esa persona.

 Las sesiones pueden tener diferente forma, normalmente cuanta con: un caldeamiento, con actividades para conectar con el paciente y hacer una pequeña evaluación de como viene hoy; desarrollo, diferente  para cada paciente, sesión, momento del proceso terapéutico,… en el que se utilizan distintas técnicas y herramientas, activas o receptivas; y cierre, se puede hacer a través de distintos medios (musical, plástica, verbal...) y sirve como conclusión de lo sucedido durante la sesión.

Las técnicas activas se refieren a aquellas en las que el paciente participa activamente tocando instrumentos, cantando, bailando,… Las técnicas receptivas son aquellas en las que el paciente recibe la música, ya sea en vivo tocada por el terapeuta, o grabada. En general se utilizarán ambos tipos de técnicas con los pacientes. Sin embargo habrá pacientes con serias dificultades para trabajar con técnicas activas, como personas con parálisis, en esos casos será necesario trabajar desde técnica receptivas, o adaptar las activas de alguna forma que les permita participar.

¿Cuándo se considera que la música se usa como terapia?



Cuando hablamos de terapia:

OBJETIVO: la persona que acude tiene una demanda de salud, ya sea para mejorar un problema o patología o para crecimiento personal, por ello se establecen unos objetivos terapéuticos.

TERAPEUTA: el profesional es un musicoterapeuta titulado, con conocimientos musicales y psicológicos, sobre el efecto de la música en la persona, sobre las enfermedades que pueden afectar a los pacientes y sus implicaciones, etc.

RELACIÓN: En terapia contamos con la relación terapéutica como uno de los puntos clave para que se produzca el cambio terapéutico; es una relación con alta intimidad en la que se ponen en juego emociones, sentimientos, etc. en la que se trabaja de persona a persona.

USO DE LA MÚSICA: En terapia la música es una forma de expresión, normalmente en musicoterapia la música que se utiliza es improvisada y no se valora la técnica, la afinación, etc. sino el valor terapéutico de esa música. Además el paciente no tiene por qué ser músico. La música sería un medio para la terapia.

FORMA: el paciente trabaja para mejorar su salud o conseguir sus objetivos y experimenta en sí mismo las emociones que surgen a causa de la música,  siempre con el apoyo del terapeuta.

FOCALIZACIÓN: en terapia, donde normalmente se trabaja con un solo paciente o un pequeño grupo, la atención es individualizada y se centra en la propia persona y sus necesidades.

PROCESO: En terapia el proceso es interactivo, experiencial y único para cada paciente.

martes, 23 de julio de 2013

Musicoterapia en el Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid

Video musicoterapia con daño cerebral

Desde hace unos meses, la Unidad de Daño Cerebral de las Hermanas Hospitalarias en Valladolid ofrece sesiones de musicoterapia a algunos pacientes. La utilización de la música como agente terapéutico desarrolla la conciencia, potencia el proceso creativo y facilita la comunicación.

Mediante el entrenamiento de la escucha y la ejecución sonora, la musicoterapia aplica el sonido, la música y el movimiento, integrando así las capacidades cognitiva, afectiva y motriz. La psicóloga y musicoterapeuta que imparte las sesiones en Valladolid, Susana Velasco, nos aclara que hablamos de terapia cuando se establecen unos objetivos terapéuticos, las sesiones las desarrolla un musicoterapeuta y se establece una relación terapéutica entre paciente y terapeuta.

A juicio de nuestra experta, los objetivos serían muy diferentes, pero la musicoterapia podría beneficiar cualquier paciente, siempre y cuando la música sea para él algo agradable. Incluso podría ser beneficiosa para los familiares que se ocupan del cuidado de esos pacientes. El musicoterapeuta deberá tener la capacidad de variar las actividades y objetivos en función del paciente y la demanda de éste o los objetivos terapéuticos.

La musicoterapia fomenta las formas no verbales de comunicación. Las personas con dificultades en la comunicación encuentran en la música un medio para expresarse más allá de las palabras; es el lenguaje de las emociones. “En terapia contamos con la relación terapéutica como uno de los puntos clave para que se produzca el cambio terapéutico; es una relación con alta intimidad en la que se ponen en juego emociones, sentimientos, etc., en la que se trabaja de persona a persona”, explica la terapeuta.

Los musicoterapeutas intentan estimular a los pacientes en distintos aspectos. Así por ejemplo, en el aspecto emocional, se ha demostrado su capacidad para mejorarla autoestima. En el ámbito físico, las sesiones de musicoterapia favorecen la relajación, activan el flujo sanguíneo y mejoran la coordinación y el control motor.

Estructura y proceso

La música es un medio para la terapia, afirma Velasco. Por lo general, en musicoterapia la música que se utiliza es improvisada y no se valora la técnica, la afinación, etc. sino el valor terapéutico de esa música. Además el paciente no tiene por qué ser músico ni saber de música. El paciente trabaja para mejorar su salud o conseguir sus objetivos y experimenta en sí mismo las emociones que surgen a causa de la música, siempre con el apoyo del terapeuta.

En terapia, donde normalmente se trabaja con un solo paciente o un pequeño grupo, la atención es individualizada y se centra en la propia persona y sus necesidades: el proceso es interactivo, experiencial y único para cada paciente.

En cuanto a la estructura de la terapia, cuenta con una fase de valoración de la persona; otra de desarrollo en la que se trabajan los objetivos y se va revisando la evolución del paciente, y una fase cierre de la terapia, cuando el paciente lo decida, cuando se hayan alcanzado los objetivos o cuando el musicoterapeuta no se vea capaz de seguir ayudando a esa persona.

Las sesiones pueden tener diferente forma, normalmente cuentan con: un caldeamiento, con actividades para conectar con el paciente y hacer una pequeña evaluación de cómo se encuentra en este momento; un desarrollo, diferente para cada paciente, sesión y momento del proceso terapéutico, en el que se utilizan distintas técnicas y herramientas, activas o receptivas; y el cierre, que se puede hacer a través de distintos medios (musical, plástica, verbal…) y sirve como conclusión de lo sucedido durante la sesión.

Las técnicas activas se refieren a aquellas en las que el paciente participa activamente tocando instrumentos, cantando, bailando, etc. Las técnicas receptivas son aquellas en las que el paciente recibe la música, ya sea en vivo, tocada por el terapeuta, o grabada. En general se utilizan ambos tipos de técnicas con los pacientes. Sin embargo hay pacientes con serias dificultades para trabajar con técnicas activas, como personas con parálisis, en esos casos es necesario trabajar desde técnica receptivas o adaptar las activas de alguna forma que les permita participar.

La musicoterapia y sus efectos

El efecto de la musicoterapia se va observando con la evolución de los pacientes a lo largo de las sesiones. Es habitual trabajar durante la sesión con una cámara de vídeo que nos permite estar en el “aquí y ahora” con el paciente y, tras la sesión, analizar lo que ha sucedido.

Tras las sesiones se realizan revisiones de las conductas que queremos observar en función de los objetivos y se pueden registrar con diferentes tablas o cuestionarios ad hoc útiles en función de esos objetivos. Por otro lado, también existen distintos cuestionarios para valorar distintos comportamientos que suceden en las sesiones de musicoterapia.

La música como agente terapéutico

La utilización de la música como agente terapéutico no es algo nuevo, distintas sociedades utilizaron la música en sus rituales de sanación, por ejemplo en los papiros egipcios antiguos se hace referencia a la utilización de la música para la fertilidad de la mujer. Los griegos usaron la música sin implicaciones mágicas o religiosas, utilizándola para la prevención y curación de enfermedades físicas y mentales. Tras el Renacimiento, la Medicina y la Música se fueron distanciando con el desarrollo de la Medicina basada en principios empíricos. En la década de los sesenta y setenta del siglo XX se recuperaron los temas clásicos, se comienza a considerar al hombre un ser biopsicosocial, unión de cuerpo, mente y espíritu, donde la música puede influir a todos los niveles.